EL CANTO DE LA OVEJA
Coproducción del III Festival de Artes Escénicas Buenos Aires Gran (Año 2011)
Año 1956. La historia transcurre en la antesala de una capilla ardiente de una casa de velatorios. Caneta, el muerto, aficionado a los jilgueros, deja como única herencia a la Oveja, un ejemplar excepcional y, en su imaginario sin competidores posibles, tanto en el aspecto material como espiritual. A medida que transcurre el velatorio los demás personajes discurren y especulan sobre las cualidades del pájaro y del finado, emparentándolos y dándole al animal un valor superlativo a medida que transcurre el tiempo.