TODOS MIS MIEDOS
A los 45 años, Bruno es un escritor en crisis. Un divorcio complicado, un romance con una alumna y la escritura de su nueva novela, lo condenan a una repetición infernal. Para él la realidad se presenta cada vez más pesadillesca y todo se confunde: el amor, la literatura y la muerte. Poco a poco las personas van tomando consistencia de fantasmas. Lo real, la ficción y la escena se desdoblan y se pliegan sobre sí mismos, cuestionándose constantemente cómo dar cuenta de la confusión e intensidad emocional de una crisis, cómo narrar, qué es representar.
Sobre la obra
Lo que realmente aterra de una crisis es que pronto la realidad empieza a imitar a nuestras emociones, todo el universo se confunde, el tiempo está fuera de quicio. La obra es un devenir emocional en donde los personajes circulan sin saber bien qué hacer con lo que les pasa. Están perdidos en sus emociones. En un espacio crudo en donde se ve todo, absolutamente todo, los libros, con el peso de la ficción y la contundencia de lo real, se transformaran en la trampa de los cuerpos. TODOS MIS MIEDOS indaga en los vínculos, los límites, los bordes, los pliegues entre realidad y ficción, entre representación y presente escénico, entre teatro y literatura. Sin embargo la pretensión de la obra es afectiva, es sumergirnos en ese torbellino de emociones que será finalmente lo que lleve a preguntarnos ¿es todo esto real, o el peor de los sueños posibles?